En pleno microcentro porteño, sobre la clásica calle Lavalle, escondido en un local al que se accede por escaleras, está The Birra Lab. Un local enorme, repleto de mesas de madera y banquetas, con varios murales birreros, rock sonando de fondo, y al final una pizarra hermosa e iluminada que va a llamar toda tu atención. Ni bien ponés un pie en el local, la buena onda te invade. Se respira aire de comunidad, de disfrute, de ganas de pasarla bien.



La idea de abrir un bar rondaba en la cabeza de Mathi, su dueño y cara visible, desde hacía algunos años, pero costó concretar el proyecto. Encontró este local (que muchos recordarán por el Pumper Nic que había hace muchisimos años… sí, nos delata la edad!), y, con ayuda de su familia, lo arreglaron desde cero y con sus propias manos. Abrieron a fines de 2017 y hoy ya son una opción más que clave para los amantes de la birra artesanal que trabajan por el infierno de la city porteña!
El nombre tiene que ver con la intención de que tu paso por el bar sea experimental, que te animes a probar cosas nuevas, que conozcas nuevos mundos, y que disfrutes la experiencia. Tienen varias promos piolas que apuntan a diferenciarse de los demás bares, pero también a que empieces a sentir The Birra Lab como tu lugar. Además, tienen la tarjeta de The Birra Lab Club: se trata de una tarjeta, que registrándote en www.thebirralabclub.com, te ofrece beneficios exclusivos: cada consumo que hacés, te suma puntos, y eso se transforma en premios (porciones de papas, hamburguesas, gorras, etc).
En cuanto a birras, tienen 12 canillas de muy buenas birras, de fábricas como Dos Dingos, Tropel, Guten Bier, Jabalina, Beata, Equum, Quiquia, Suburbier, Grunge, Waracha, entre otras. Siempre intentan tener una pizarra equilibrada y variada, con estilos clásicos y aptos para todos los gustos, pero también birras con agregado de fruta, o muy lupuladas, o con fuerte presencia de alcohol. La pizarra la cuida y elige Mathi, un fanático de la birra que busca mejorar lo que ofrece al público día a día, cuidando las birras, la línea de canillas y el servicio. El morfi es casero, y si bien está dentro de lo típico que ofrecen las cervecerías (hamburguesas, opciones de picoteo, pizzas, ensaladas), se destacan por la calidad y los tamaños de las porciones.


Nosotros arrancamos por una AAA de Guten Bier (rojiza, de espuma cremosa que deja encaje en el vaso, suave notas a caramelo en aroma, en boca se presenta como una birra maltosa, con notas a caramelo, tostado, y alguna nota terrosa que balancea dando un amargor medio) y una Citrus Hazy IPA de Jabalina (amarilla con tintes anaranjados, turbia, cítrica con algunas notas a frutas tropicales, de bajo amargor y mucha tomabilidad).

Pedimos unas Papas con crema de bacon (un clásico de The Birra lab que está en la carta desde sus inicios! Un plato enorme de papas bien crocantes por fuera y tiernas por dentro -esa fritura sí se puede ver-, bañadas con una crema suave con panceta. Locura de papas!) y unas Empanadas de cerdo (fritas, súper sequitas por fuera, y por dentro bien jugosas, con cerdo desmechado y BBQ. Bombas! Como si fuera poco, vienen acompañadas de unas berenjenas al escabeche que la rompen toda!), que acompañamos con una Cream Ale de Darwin (dorada, de espuma cremosa, buena presencia de malta, con notas a grano y un dejo dulzón) y una Casorio Session IPA de Beata (dorada intensa, suave en aroma pero en boca estalla con notas cítricas, de cuerpo liviano y mucha tomabilidad. Un birrón!).





Seguimos con un Sandwich Lager (bondiola, rúcula, tomate, huevo, jamón, queso y salsa BBQ. Enorme! Suave, dulzón, con el huevo en el punto justo. Lo amamos fuerte!) y una Extra IPA Burger (medallón de 300gr, cheddar, huevo, bacon y mostaza dulce. Locura! Una burger para morir! Súper sabrosa, se le siente y se disfruta cada ingrediente!). Para acompañar, elegimos una Juicy NEIPA de Suburbier (amarillo pajizo, turbia, en este batch sentimos muchas notas a grano que es algo que no habíamos sentido antes en esta birra, sumadas a las notas a frutas tropicales. Una birra suave y fácil de tomar), una Mumbai 1947 de Grunge (es una English IPA, cobriza, maltosa y floral, con un dejo dulce que balancea el amargor) y una Bonavena IPA de Quiquia (una Doble IPA que la rompe toda, de color ámbar, súper frutada y con un buen soporte de malta y notas a caramelo, de bajo amargor. Una birra deliciosa ideal para cerrar la noche!).





Un bar en pleno microcentro, que ofrece 12 canillas de muy buenas cervezas cuidadosamente seleccionadas, con una carta de morfi casero con las clásicas opciones de cervecería, que se destaca por la calidad y los tamaños de las porciones. , y una onda que es difícil de trasmitir en palabras, pero te aseguramos que va a generar que vuelvas una y otra vez a The Birra Lab! Un lugar amiguero y súper relajado, que ya se instaló como el refugio a donde ir a olvidarse del caos de la city!
Deja una respuesta