Una cosa es tener una cervecería y otra cosa es ser el dueño de un concepto, un paradigma que fomenta la cultura cervecera. Llegamos con Pachu, mi coequiper oficial de las sesiones de maridaje, a Brauhaus Vier. Un galpón que alguna vez fue taller, que mantiene su espíritu en la decoración, un par de motos, chapas publicitarias en las paredes y medio jeep en la puerta. Todo cuidado, todo bien pensado. Los montaditos, ya hablaré qué son, son un diferencial. La pizarra de cervezas con nombres de fábricas no muy conocidas, pero muy buenas cervezas que explotan en sabor, habla del cuidado de la cultura cervecera. Mientras esperábamos que José, uno de los dueños, terminase de servir un par de pintas fuimos entendiendo el paradigma de Brauhaus. Con las primeras palabras y mientas saludaba a varios clientes, convertidos en amigos de la casa, José nos iba comentando la idea del bar y nosotros ya nos íbamos imaginando los platos que íbamos a pedir para poder contarles la mejor experiencia de este maridaje.

Los otros días uno de mis seguidores me pidió algún maridaje para vegetarianos, por lo que elegimos la entrada de esta sesión de maridaje para hacerlos parte a ellos también de toda la movida cultural que tiene la cerveza. Probamos, porque el nombre me llamó mucho la atención, unas bombas de muzarelas envueltas en copos de maíz y cuatro montaditos vegetarianos. Las bombas estaban rellenas de una muzarela muy rica y el “crunchy” de los copos de maíz le daban un dulzón que le quedaba perfecto. Pensando el maridaje por similitud, elegimos la Caramel de Lunfarda (estilo: 14C. Scottish Export, IBU: 26, Alc:5,8%). Una cerveza ámbar oscuro y brillante de espuma persistente y carbonatación fina media. En aroma presentaba frutos rojos y en gusto se sentía muy presente un caramelo rubio (no tan quemado como el de un flan) aromatizado con vainilla. En el maridaje, el dulce se baja con los copos de maíz tomando mas presencia los frutos rojos en sabor que antes solamente estaban en el aroma. Potencia el tercer sabor en la combinación haciendo un gran maridaje.
Siguiendo con el perfil vegetariano, pedimos 4 montaditos de las 30 opciones disponibles. Los montaditos son pancitos franceses individuales rellenos, como si fuera un pancho, de distintas opciones. Los que pedimos fueron de: champiñón, queso brie y cebolla caramelizada; boconcino y chambota; humus y tabule; roquefort y cebolla crispy. El desafío de estos montaditos fue buscar una cerveza que pueda ir bien con todos los distintos sabores. El especiado de la comida vegetariana, el dulce de las cebollas y el pan que le agrega cuerpo, pero no le agrega al plato ningún sabor característico. Luego de pedir de probar, y sin sentir que molestaba, más de 5 estilos, elegimos la Honey Eucalipto de Artebirra (estilo: 31B. Alternative Sugar Beer, IBU: 18, Alc: 5%). Cerveza de color dorado profundo y cristalina con aroma dulce a miel y especiado como eucalipto y genjibre. De cuerpo medio bajo, carbonatación alta y con el mismo sabor que se siente en el aroma. Maridó bien con los cuatro montaditos. Con el de brie subía el dulce de la cerveza y a su vez resaltaba el agrio del queso. Con el bocacino y la chambota, reconozco que tuve que googlearlo porque no tenía idea de qué eran, quedaban complementándose al mismo nivel. En el montadito del humus potenciaba el especiado y con el de roquefort subía el especiado y dulzor de la birra a la vez que potenciaba el roquefort. Unos buenos maridajes que por similitud combinaban bien con los cuatro montaditos vegetarianos.

De plato principal, y acá le pido disculpas a los lectores que no comen carne, me pedí un Pulled Pork sándwich. Cerdo mechado con un especiado que le subía mil puntos al sabor de la carne. Ahumado y con sabor dulzón aportado por la reacción de Maillard (googleenló ustedes) que se da generalmente en cocciones largas donde se “tuestan” los alimentos. Para este plato busqué una cerveza con notas tostadas, cuerpo medio a alto y que sea especiada. En la pizarra de Brauhaus había una American Porter de Lunfarda (estilo: 20A. American Porter, IBU: 26, Alc: 5,5%). Porter por la parte de la oscuridad del líquido. Negra oscura de cuerpo alto con perfil fuerte a café. American por presentar un amargor medio alto y un aroma cítrico de lúpulos americanos. Una variedad que no había probado antes. Al combinarla con el plato, la cerveza aumenta el perfil de american, tanto en cítrico como en amargor potenciando esa característica. El café de las maltas tostadas se lleva muy bien con el ahumado del plato y al aumentar la humedad el especiado de la carne toma más importancia.

Sobre la hamburguesa que nos pedimos que venía en un pan teñido de negro con salsa de guacamole y una crema sedosa de cheddar solo voy a contar que la maridamos con la Juicy NEIPA de Suburbier (estilo: 21B. Specialty IPA: New England IPA, IBU: 45, Alc: 5,5%). Resulta que habían pasado varias horas y ya empezaban a bajar la persiana. Con Pachu, como si no pasara el tiempo, estábamos disfrutando de la experiencia como si fuésemos clientes de toda la vida. José se sentó junto a nosotros en la mesa y entre charlas de la vida, mas que de la birra, terminamos de entender el concepto y la idea, el paradigma de la cervecería. Con una pizarra que te propone seguir probando, apostando a descubrir nuevos sabores y nuevas fábricas. Una carta que te desafía a subir la vara en el mundo gastronómico de las cervecerías. Una experiencia que nos va afilando los conceptos como para crecer y maridar con todos los sentidos. Brauhaus es una cervecería que te invita, no solo a quedarte, sino que a volver. Y vos, ¿qué vas a maridar hoy?
Excelente reseña
Deberemos probar ese pulled pork con una American Porter
Salud!
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Una mierda de lugar. El dueño un soberbio, explotador y negrero. Comida vencida y gente intoxicada.
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