En el corazón de Chacarita, abrió a principios de 2017 Funes Birrería, un bar-fábrica que vino a instalarse como una opción para los amantes de la cerveza del barrio. Una casona antigua que te va a llevar a viajar en el tiempo apenas pongas un pie en ella: con su barra de mármol para que disfrutes del ritual de la birra en la barra, mesas altas y banquetas por todo el local, la vereda llena de tablones para compartir, y una especie de patio interno en lo que sería el garage de la casa, con mesitas y algunos banquitos de plaza. Al fondo, a la vista de todos, la fábrica, que se roba todas las miradas y suspiros.
La idea de bar de barrio del local se repite en cada detalle, y genera que te sientas como en tu casa, porque la estética de Funes tiene que ver con Buenos Aires y su historia: la barra de mármol de las viejas carnicerías, un bebedero que te va a llevar hasta la primaria, asientos de colectivo… Para los chicos que hacen Funes, se trata de reivindicar lo porteño sin nostalgia.
Para comer, vas a encontrar opciones de morfi bien argento y casero: tortilla, berenjenas en escabeche, croquetas de acelga, empanada gallega, sandwich de milanesa, de osobuco, empanadas… Todos los sabores te van a hacer pensar en tu abuela. Hasta en eso vas a viajar en el tiempo estando en Funes.
Tienen 10 canillas de cerveza artesanal propia: 6 estilos estables y 4 que van rotando de acuerdo a la estación. La idea es siempre ofrecerte birras frescas y prolijas, jugando con los sabores y aromas. Algo que nos encantó es que en la pizarra vas a encontrar, al lado de los nombres de las birras, la descripción de cada estilo, de tal manera que puedas imaginarte qué esperar de cada una. Ofrecen además opciones de birra para celíacos en porrón.
Nosotros arrancamos con una de Trigo con naranja (dorada, turbia, bien suave y refrescante, las notas a naranja se sienten en boca y aroma, y al sobre el final vas a sentir un toque especiado muy interesante) y una de Miel (dorada intensa, de aroma dulce y con algunas notas cítricas, en boca notas a miel que dan lugar a un final seco).
Picamos una Canasta de empanadas: son fritas, súper sequitas, y vienen de a 6. Salen de 3 variedades: morcilla vasca (bien dulzonas, una explosión de sabores en tu boca que reinventa un sabor clásico como es la morcilla pero sumándole la novedad de hacerla en empanada frita), cerdo al verdeo con jengibre (el sabor oriental hecho empanada, nos encantó!) y queso al oreganato (las más clásicas, no defraudan!). Las acompañamos de una BAPA (la famosa Buenos Aires Pale Ale de Funes, una birra dorada, maltosa, seca, de amargor moderado) y una Golden (dorada, suaves notas cítricas en aroma, maltosa en boca).
Seguimos con el Sandwich de osobuco (lleva osobuco en cocción lenta, mechado, con puerro salteado y salsa amiga. Un clásico de la casa que no podés dejar de probar!) y el Provopan a la chapa (lleva provoleta, tomates confitados, rúcula y chimichurri. Una fiesta absoluta! La provo sale bien crocante, y va bárbaro con los demás sabores). El pan es casero y está buenísimo! Y todos los sandwiches salen con papas rejilla, que son una perdición y ya te adelantamos que no vas a poder parar de comerlas. Junto con estas bombas, tomamos una Scottish (rojiza, de espuma cremosa, con aroma a caramelo, en boca notas tostadas y licorosas) y una IPA (dorada, notas cítricas en aroma y boca, refrescante, de amargor medio).
De postre, no pudimos resistirnos al clásico Vigilante, que sale con queso fresco y dulce de batata o membrilo, pero nosotros fuimos por más y cambiamos la «o» por una «y». Le entramos a los dos dulces y nuestras almas gordas fueron muy felices! Tomamos una Belgian Ale (de color ámbar y súper especiada, vas a sentir notas a clavo de olor, canela, cardamomo, y un final seco que le da el lúpulo que la balancea perfectamente. Es intensa, pero nos gustó mucho!) y una Mandaripa (una birra de estación que la rompe toda. De color ámbar claro, con aroma intenso a mandarina, en boca las notas frutales cítricas dan lugar a un amargor persistente. Una IPA bien diferente, aplausos a los chicos de Funes por la apuesta!).
Cerramos la noche con una Imperial IPA (dorada, con notas florales bien marcadas que le dan un dulzor al inicio y al final un amargor lindo) y una Stout (negra, de espuma bien cremosa -es nitro-, con notas a chocolate y café tostado en boca, súper sedosa. Ideal para el postre o cerrar la noche!).
Una cervecería con alma de bodegón, con un ambiente descontracturado que te invita a pasar un buen momento con amigos, en pareja, en familia o con tu mascota. Con opciones de comida que te van a hacer viajar en el tiempo y rememorar a tu abuela, ofreciendo productos frescos y de calidad, y una selección de birras propias prolijas y para todos los gustos, Funes es un lugar del que te vas a sentir parte inevitablemente al entrar, porque todo te va a resultar familiar. Disfrutalo!
Gracias a los chicos de Funes por invitarnos a conocerlos, en especial a Annie por el contacto, a Hernán por tomarse el tiempo de quedarse a tomar unas birras con nosotros y contarnos la historia de Funes y a los chicos de la barra (Oriana, Cristian y Fede) por atendernos increíble! Salud gente linda! Nos vemos en breve para tomar unas birras! GPS BIRRA