Todo lo fantástico, original y único que tanto caracteriza al barrio de Villa Crespo, el sábado se hizo presente en Es.malta, un pintoresco almacén de cervezas ubicado a metros de la estación Malabia del subte.

Con una fachada y estilo interno bien a lo despensa de pueblo -o como las de antes acá en Capital también!-, siempre te van a recibir Lalo, su pareja, y una inmaculada linda energía escondida en unas sonrisas súper contagiosas. Y por supuesto, que no era menos que no se les borraran en esta ocasión: se festejaban 2 años de la apertura del almacén.


En todo aspecto y momento, se reflejaba el esfuerzo, la pasión y la dedicación que le vienen poniendo, algo que da mucha satisfacción al verlo. Y, no menos importante, también se podía sentir en cada rincón la cercanía que mantienen con sus clientes-amigos. De todas las edades, con algún pequeño dando vueltas, haciendo chistes, de un lado u otro de la barra, repartiendo números para sorteos, ofreciendo comida, con consolas o instrumentos en mano, no hubo un minuto en que esos 4 metros de vereda se hicieran fáciles de transitar para cualquier vecino que lo quisiera.

Por la cucaracha me han comentado que si no es el mejor local de birras al paso, está dentro del TOP 3. ¿Por qué? Una, lo que ya les comenté… yo creo que la vibra que hay en ese lugar es capaz hasta de evitar el ladrido de cualquier perro que pase por la puerta. Otra es que las birras que embotellan son capaces de borrar cualquier berrinche o fastidio cuando llegás a tu casa, o hasta de hacerte más ameno el viaje si hacés una parada técnica y te llevas una de plástico para tomar a escondidas en el bondi. Te justifico esta última: con doce canillas, tienen para todos los gustos y de todos los colores, incluyendo algunas con una vueltita de rosca y siempre algún as bajo la manga para quienes se animan siempre a probar algo distinto. ¡Hasta una sidra de Bauer tienen!

Para esta ocasión, fuimos por una fresquísima Session IPA de Mür, una extraña -o exótica- Brown Porter de Fatter, una Lullaby aromatizada con cerezas de Telma y una potente Barley Wine de BZH. Todas con la espuma y temperatura ideal. Otro detalle no menor es que, pensado o no, es ideal que sirvan las birras en chops para no congelarnos de más las manos en la vereda -dato de vieja, sorry- en estas noches invernales poco amistosas.

Concluyendo, fue una hermosa visita y no tengo dudas que será parada obligatoria la próxima que pase por ahí.
#Conbirraybonete , los despido hasta la próxima chimuelos!
Mi Birrácora
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